En este Día Internacional de la No la Violencia Contra la Mujer, es bueno recordar el dolor que ocasiona un hombre cuando atropella la dignidad de una mujer creyendo ser dueño de ella, usando la violencia y sus desprecios, tratando de manipularla e hiriendo el regalo más valioso que Dios le obsequió, porque ella es su otra mitad, parte de su ser.
¡No la maltrates, cuídala!